Es el más representativo de la provincia. Es un queso fresco, blando y acuoso, originalmente elaborado con leche de oveja aunque en la actualidad tiende a ser de vaca o mezcla de ambas. Está considerado como uno de los quesos más prestigiosos de Castilla y León.
Adopta una forma cilíndrica, con surcos acanalados en los laterales y marcados sobre la superficie. Carece de corteza y tiene una pasta blanda y compacta, de color blanco lechoso. Sabe a leche fresca, con un ligero punto de acidez y de sal. En ocasiones, se le deja madurar. Generalmente se acompaña con otros productos como la miel, el membrillo o las nueces (postre conocido como "postre del abuelo").
También conocido como queso de los altos, en la provincia de Burgos, originalmente era elaborado de forma artesanal por los pastores de la zona y se comercializaba a través de mercados ganaderos de Villadiego, Poza de la Sal o Villarcayo. Antiguamente tenía forma troncocónica o acampada, muy peculiar por su irregularidad. Todo esto es debido a al uso de los moldes de cerámica ("ancellas").
Es un queso de sabor fuerte e intenso, elaborado con leche de oveja entera y cruda.